
Para los confinados de la institución Ponce Mil de Las Cucharas, el jueves fue un día memorable. Por primera vez en una prisión de máxima y mediana seguridad se celebraba un juego de baloncesto, en su cancha; aunque perdieran 58 a 51 contra el equipo de Los Artistas. La artífice del evento deportivo fue Noris Díaz “Taína” y en su honor, el equipo de los reos fue nombrado Los Taínos. La actividad fue dedicada a las víctimas del VIH/sida.
“Me sorprendieron porque no sabía que le iban a poner Los Taínos al equipo y a la cancha, querían hacer algo que me complaciera porque han encontrado en mí la ayuda que ellos quieren”, dijo Taína, quien es capellana. Antes de iniciar el juego y como paciente de VIH, Taína pidió un minuto de silencio por los enfermos de VIH-sida, “por los que ya no están con nosotros, por los que nadie quiere, por los que viven en la soledad… Le doy gracias a Dios porque estamos vivos y vamos a estar por muchos años”, dijo llorando la locutora de “Íntimos con Taína”, de la emisora Nueva Vida. Luego de que la cantante Glory interpretara el himno de Puerto Rico y se escuchara el de Estados Unidos, comenzó el partido. La acción y la algarabía no cesaron hasta el final del juego. La cancha tenía en las paredes mensajes pintados como “Cero rechazo”, realizados por los reos Pablo Rodríguez y Gabriel Sánchez.
El equipo invitado estuvo
compuesto por el merenguero Raúl Armando, el reguetonero Pedro Prez, los
baloncelistas Axel Calderón y David Sánchez, el modelo Carlos Castelló y
Jowey Valedón, como coach. Aunque fueron menos que el equipo de la
casa, y David Sánchez tuvo una caída cuando uno de sus contrincantes le
metió los dedos en un ojo, salieron victoriosos. Al terminar el partido,
todos compartieron en un salón junto a la cancha y Pedro Prez rapeó con
los reos. “Son gente de barrio como yo y los entiendo y ayudaré cuanto
pueda”, prometió. Axel Calderón, quien organizó el juego, comentó que
“se gane o se pierda, en la actividad todos resultamos victoriosos”. El
juego que duró hasta las 10:00 p.m. fue presenciado por 200 confinados
que se ganaron ese privilegio por su buen comportamiento. “No ha sido
solo un grupo sino toda la institución que ha trabajado en este evento y
para mí es un honor que me lo hayan dedicado, porque no justifico lo
que ellos hicieron pero tampoco los puedo juzgar. Estos confinados
quieren salir de aquí diferente a como entraron, y esa es la parte que
me toca a mí. Hay personas aquí que no se atrevían a decir que tenía
VIH-sida, que se sentían aprisionados interiormente, y de esa cárcel ya
yo salí, ahora les toca a ellos”, señaló Taína. Hablan los reos “En la
calle se han perdido los valores, no es como antes que habían códigos de
honor. No hay respeto por nadie y a menos que todo el mundo se ponga de
acuerdo, esto no se va a arreglar. El problema no son los
superintendentes, el problema va mucho más allá”, dijo Félix Rodríguez,
que cumple condena de 41 años. “A esos chamaquitos que están por la
calle matando gente les digo que lo cojan con calma y reflexionen porque
yo entré en esto a los 15 años y no me daba cuenta que estaba siendo
utilizado. Un menor de 15 años muchas veces no mata a conciencia. Hay
que escuchar a los padres, son los únicos que nos quieren bien. En los
22 años que llevo aquí la única que está los días de visita es mi madre,
nadie más”, reveló Héctor Díaz, con una condena de 143 años . “Estaba
en malos pasos, dejé el deporte, la universidad y la casa de mis padres.
En la calle no se puede ser bueno hay que darse a respetar. Además de
la condena, llevo la carga emocional de haberle quitado la vida a un
amigo que quería tanto”. Giomatani Avilés, no saldrá de la cárcel hasta
el 2027
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